En psicoanálisis la teoría y la praxis, entendida esta última como intervención, son una sola cosa. El énfasis planteado a la teoría o a la teorización y su formalización tiene como trasfondo la exigencia de trazar un campo sólido y reflexivo que estará siempre ligado al campo simbólico como única posibilidad que tiene el pensamiento humano para sostener el lazo social.